El reciente 23 de mayo se conmemoró el Día Internacional del Fútbol Femenino, una jornada que destaca la importancia de impulsar y reconocer el crecimiento de esta disciplina a nivel global. En el contexto peruano, equipos emblemáticos como Alianza Lima, Universitario de Deportes y Carlos A. Mannucci han liderado el desarrollo de esta rama del deporte rey. Sin embargo, la falta de respaldo de la afición continúa siendo un desafío constante para estas instituciones.
Desde que en 1996 el fútbol femenino en Perú comenzara a formalizarse con el aval de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), se han experimentado avances significativos, pero aún queda un largo camino por recorrer. A pesar de contar con casi un cuarto de siglo de historia, las futbolistas peruanas no reciben el reconocimiento y el apoyo material que merecen por su dedicación y talento. Aunque algunos estadios que antes permanecían cerrados para el fútbol femenino ahora se abren con cautela, el respaldo de la hinchada no alcanza los niveles obtenidos por el fútbol masculino.
A nivel global, cifras proporcionadas por la FIFA en 2023 revelan que más de 16.6 millones de mujeres y niñas participan en el fútbol federado. En el caso peruano, si bien se observa un progreso en la aceptación del fútbol femenino, persisten desafíos significativos. Los mitos y prejuicios en torno a este deporte se están desvaneciendo, lo que ha permitido que más jugadoras puedan salir a los campos de juego en busca de sus sueños deportivos.